Oscar Pineda
¿Nos acostumbramos a la pandemia?
Nada más escalofriante que plantearnos esta pregunta, pero más escalofriante es darnos cuenta de que esa es la realidad.
Está ocurriendo, como ocurrió con la violencia, estamos perdiendo el miedo al Covid-19 y lo peor es que lo estamos perdiendo en el peor momento.
Según los pronósticos de las agencias y dependencias encargadas de monitorear el clima; éste podría ser uno de los inviernos más fríos de los últimos años.
Y con el frío vienen las enfermedades respiratorias y con ellas más casos de Covid-19.
En las últimas semanas hemos visto un repunte en los contagios en Tamaulipas, pero a pesar de ello las fiestas siguen, las salidas no esenciales siguen.
Por cuestiones de trabajo me tocó andar por la plaza principal de Ciudad Victoria el lunes por la noche y pude ver a decenas de familias congregadas, disfrutando de los adornos navideños que instaló el Gobierno del Estado.
Sí, es verdad, la gente necesita salir de sus casas, necesita distraerse, pero desafortunadamente muchos de los que vi ayer andaban sin cubrebocas.
Tampoco vi algún filtro sanitario de la Secretaría de Salud cuidando que no hubiera aglomeraciones o cuando menos colocando gel antibacterial y tomando la temperatura a las personas.
Desafortunadamente, las autoridades sanitarias únicamente hacen sus operativos en los puntos donde creen que obtendrán recaudación.
Salones de fiesta, restaurantes, gimnasios, todos están bien vigilados por la COEPRIS, pero no en la plaza, donde, como le digo, había mucha gente rompiendo las reglas.
Si usted es una de esas personas que tiene la necesidad de salir a la calle para romper con la ansiedad del aislamiento responsable, hágalo, pero protéjase y cuide a los demás.
En lo personal me da mucha tristeza ver cómo la gente ya se está confiando.
Cuando veo a una persona sin cubreboca vienen a la mente todos esos amigos que han perdido la batalla contra el Covid-19. Amigos entrañables a los que no veré más en este mundo.
EL PERSONAJE
Ahora sabemos que el posible quebranto a las finanzas públicas por parte del alcalde con licencia y ahora subsecretario de Salud, Xicoténcatl González Uresti, sobrepasa los 80 millones de pesos.
Como lo hemos dicho en anteriores colaboraciones, este caso no puede quedar impune.
Qué difícil escenario para las autoridades actuales, pues les toca exigir que se llame a cuentas al ex alcalde, pero al mismo tiempo parecen tener impedido el tema por la parte política.
POSDATA…
Sigámonos cuidando, es decisión personal…
Saludos!
Oscar Pineda Tapia
Cel: 8341114875
Twitter @oscarpineda78
Facebook @oscarpineda78
