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La Comuna

El PAN-Tamaulipas: de la estatura de sus diputados

 

 

José Ángel Solorio Martínez

Ismael García Cabeza de Vaca, como diputado representa el más estrepitoso fracaso del PAN en Tamaulipas. No es lo que fue antes. Ni su sombra. Ni su otrora poderío. Ni su vigorosa gloria que, en el pasado, le hizo pasearse por el estado como dueño de un partido que ahora representa sin pena ni gloria.

Tuvo en un puño el estado.

Bastaba una señal de él, para que la aplastante mayoría lo vitoreara y se sumara a sus decisiones.

Y si se resistían, intensas campañas de prensa, o persecuciones con el Código Penal bastaban para convencer a los legisladores que osaban oponerse a sus designios. Nada que no se pudiera resolver; nada que no se arreglara en apego a sus intereses.

Algunos diputados se resistieron.

No por mucho tiempo: los cañonazos en dólares los hicieron desistir: incluso, hasta cambiar de partido.

Hoy enfrenta otro escenario.

No tiene ni la absoluta mayoría ni mucho menos la caja de los dineros para realizar trucos de magia para transformar en automático las mayorías en minorías y viceversa.

Estará solo y su alma en la curul.

Las mayorías estarán de otro lado, jubilosos festejando la derrota azul y el fracaso de la bancada panista.

Ismael solo, y su abandono, tendrá que apechugar la soberana felpa que cotidianamente le propinará el partido que de pronto se transformó en aplanadora.

¿Qué vino hacer Cabeza de Vaca al Congreso?

¿A exhibir el colapso de un pasado que ya no es?

¿No tiene pena de mostrar sus harapos?

¿Qué lo mandó hacer su hermano?

Su lógica delincuencial, les impide ver el reacomodo de las fuerzas políticas en la localidad; creen que la política sigue rigiéndose por los dictados de las élites y que el resultado de las elecciones se resuelve con dinero.

No se dan cuenta, que México cambió, que Tamaulipas también cambió.

No se han percatado, que son una minoría enfebrecida, casi delirante, que lejos de funcionar como oposición de contrapesos se hunde en el descrédito de un partido que desea el fracaso del gobierno, con la única estrategia de sobrevivencia.

El diputado Cabeza de Vaca estará como invitado de piedra en el Congreso local.

En los temas más relevantes, brillará por su mutismo.

Igual que su hermano, será campeón de las inasistencias.

Pero eso sí: los días 15 llegará puntual a la cita.

Junto al diputado Verastegui Ostos, serán los orgullosos defensores de los principios del PAN y de sus simpatizantes.

El PAN-Tamaulipas, tiene la estatura de sus diputados.

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